Estrés hormético y sus beneficios
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Viajar en carretera
Con mi esposo hacemos moto de aventura desde 2021 y, a pesar de que hemos salido de viaje una decena de veces, siempre siento un estrés único que invade mi cuerpo desde la noche anterior. Cuando comienzo a preparar las maletas siento una adrenalina muy particular, preguntándome si todo saldrá bien, si llegaremos al destino sin inconvenientes, si la moto va sin desperfectos (a pesar de la revisión en la agencia) y si el viaje estará soleado, nublado, con llovizna o con tráfico.
Ese estrés es el resultado de saber que me estoy exponiendo a algo riesgoso y fuera de lo usual, pero que me parece agradable, interesante y emocionante.
Es lo que podemos llamar estrés hormético, un tipo de estrés controlado y temporal que activa los mecanismos de adaptación del cuerpo y de la mente.
A diferencia de los otros 3 tipos de estrés que nos paralizan, hacen sentir miedo, desgastan y desconectan (agudo, prolongado y crónico), el estrés hormético nos estimula de manera positiva, ya que hace que nuestro sistema nervioso se vuelva más resiliente a largo plazo. La hormesis es exponernos a un reto intencional que nos incomoda en un nivel sano, despierta nuestros recursos internos y nos impulsa hacia adelante.
Dosis periódicas de incomodidad
Lo fascinante es que estas pequeñas dosis de incomodidad generan grandes beneficios en tu motivación, enfoque y claridad mental, ideales si lo que deseas es sentirte más productiva durante el día. Cuando te expones a un estresor hormético de manera periódica se eleva la dopamina basal en tu cerebro, que en pocas palabra es tu "piso motivacional" cuando no estás expuesta a estímulos externos o recompensas.
Esto es de suma importancia, ya que debido al nivel de exposición a estímulos que mantenemos por la tecnología y las redes sociales, nuestra dopamina basal se mantiene mucho más elevada, lo cual significa que cada vez necesitas más recompensas y gratificaciones para sentir esa sensación agradable en tu cuerpo que provoca la dopamina y para experimentar sus múltiples beneficios en tu vida.
Además, la hormesis va a darte dopamina lenta o de calidad, a diferencia de la dopamina rápida o barata a la que estamos expuestos todo el tiempo.
Hormeosis y energía vital
Gran parte de nuestra dificultad para enfocarnos y tener claridad mental no viene de la falta de herramientas, sino de una energía baja, embotada o dispersa, la cual se debe a muchas prácticas diarias que sostenemos por desconocimiento. En este sentido, la hormesis puede ser un gran recurso para sentir más energía de manera natural, sin necesidad de recurrir a estímulantes como cafeína en exceso, bebidas azucaradas o más redes sociales para buscar auto regulación.
Algunos ejemplos de estresores horméticos que puedes integrar en tu rutina de manera sencilla son:
- Culminar tu ducha de la mañana con 30 segundos de agua fría.
- Hacer un sprint al terminar de correr o una pequeña sesión de HIIT al finalizar tu sesión de ejercicio.
- Exponerte al sauna de tu gimnasio un par de veces a la semana.
- Realizar ayuno suave por 12-14 horas para mejorar tu enfoque matutino.
- Dedicar unos minutos al día a algo que te rete cognitivamente (crucigramas, sudokus, leer en inglés, hacer rompecabezas).
- Prácticas como el journaling y la escritura creativa pueden tener efectos similares si implican cierta incomodidad inicial y activan procesos internos de regulación.
Cuidado con la dosis
La clave está en que estos estresores sean intermitentes, breves y seguidos por descanso o recuperación para activar tu sistema dopaminérgico. Si te excedes —por ejemplo, con ejercicio intenso diario, ayunos prolongados o baños helados sin acompañamiento— el efecto ya no es hormético, sino agudo y desgastante.
La hormesis no busca agotarte, busca despertarte. No exige disciplina extrema, sino una dosis consciente de presencia.
En lugar de perseguir motivación desde la fuerza de voluntad, puedes aprender a cultivarla a través de estos micro retos diarios que te entrenan para estar más despierta, más conectada y más disponible para lo que realmente importa.
Con cariño.
Karen Cosenza