Cuidar de ti es altamente productivo
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La productividad consciente es un enfoque que va más allá de las listas interminables y los días llenos de tareas, ya que busca un equilibrio entre lo que hacemos y como nos sentimos mientras lo hacemos. A diferencia de la productividad tradicional, que suele enfocarse en hacer más cosas en menos tiempo, la productividad consciente nos invita a elegir nuestras prioridades con intención y cuidar el proceso, no solo el resultado.
Imagina un día laboral en el que no solo estás cumpliendo con tareas, sino que te detienes a observar cómo contribuyen esas actividades a tus objetivos y bienestar personal. En lugar de sentir la presión de “hacer por hacer,” se trata de una mentalidad en la que la calidad importa más que la cantidad y en la que la energía y el tiempo se usan de manera que te dejen satisfecha y no agotada.
Un día exitoso según el foco de la productividad tradicional se mide en relación a la cantidad de logros alcanzados y tareas tachadas al final del día.
En cambio, en la productividad consciente te enfocas en lo prioritario, tomas pausas activas, te hidratas, consumes alimentos que te dan la energía que necesitas y buscas desarrollar actividades relacionadas a tu bienestar integral en el proceso. Es una herramienta que te regala claridad y balance.
Sé que seguramente estás pensando: “Karen, eso suena muy cool y todo, pero aplicarlo a mi vida es IM PO SI BLE, tengo un horario y una cantidad de carga laboral que simplemente no me deja un solo espacio". Y créeme que te entiendo porque he estado allí, haciendo mil cosas sin tener claro el impacto que el trabajo sin pausas y sin balance traía a mi vida.
Cuidar de ti es altamente productivo y rentable porque te asegura un cuerpo con más salud, energía, enfoque y disfrute para que puedas ir por esos objetivos que tanto sueñas. En cambio, un cuerpo enfermo, agotado, agobiado y harto… ese no tiene energía ni para llegar al viernes, mucho menos para plantearse objetivos más allá de lo laboral.
Un cuerpo que utiliza la productividad consciente es un cuerpo inundado de amor propio, que logra ver más allá de las fronteras de la vida profesional.
Quiero que te quedes con esta frase: “puedo hacer que grandes cosas sucedan mientras cuido de mi misma” y con grandes cosas no me refiero a tener millones en el banco, comprar una casa gigante, llenar tu pasaporte de sellos o hacer que tu emprendimiento explote de ventas. Por supuesto, TODOS queremos esas cosas en algún nivel, pero con grandes me refiero a hacerle zoom a lo que es importante para TI… eso que tu valoras con todo el corazón y que cuidas como un tesoro (en mi caso, mi salud mental).
Así que… ¿Qué herramientas puntuales me han funcionado a mí en este sentido?
- Tomar un tiempo para mí en la mañana: ya sea que quiera salir a caminar, leer un poco, mover mi cuerpo o escribir. No tiene que ser 1 hora, con 15 minutos ya verás los resultados en tu rutina.
- Consumir un desayuno alto en proteína: hazte un favor y olvídate de desayunar cereal de caja con leche, no es que sea malo (no hay alimentos malos o buenos en si mismos), sino que no te da la energía que necesitas para el día. Opta por un par de huevitos con frijol, un bowl de yogurt griego con mantequilla de mani y berries o, si de verdad no tienes tiempo, un shake de proteína con leche y fruta congelada.
- Tomar una verdadera pausa en el almuerzo: seguramente ya lo sabes, pero en la oficina tenemos el After lunch, un espacio de 30 minutos que utilizamos para leer después de almorzar, te prometo que te ayuda a despejarte un montón para retomar las actividades de la tarde.
- Cenar rico y ligero: no le des más trabajo a tu cuerpo cuando llega la noche, en vez de eso, concéntrate en darle el escenario óptimo para el descanso. Una ensalada o una sopita hecha en casa funcionan perfecto.
- Dormir lo más temprano que puedas: en mi caso, trato de estar en la cama si o si, antes de las 9pm y me funciona increíble.
- Desconectarme el finde: aléjate de los centros comerciales y las reuniones grandes de vez en cuando, planea una salida al campo, un hiking day, una mañana de spa, una ida al vivero, una tarde de pintura y pasteles. Todo cuenta.
Quizás pareciera que no es mucho o que son tips muy sencillos para funcionar, pero te aseguro que, si te das el chance de ponerlos en práctica, harás pequeños depósitos a tu bienestar integral que, con el tiempo, sumarán un monto significativo.
Con cariño.
Karen Cosenza