Alimentación y productividad
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La gasolina de mi vehículo
El edificio en donde está situada mi oficina está lleno de personas que trabajan en distintos sectores, desde dentistas y doctores hasta abogados y contadores. Pero por la mañana muchos tienen algo en común: se suben al elevador con un café en la mano y unas galletas o un takeout en la otra. De igual forma, al llegar la hora de la refa bajan a la tiendita del primer nivel a comprar un jugo de frutas, una bolsita de chips y un yogurt cargado de azúcar.
No lo digo desde el juicio, quizás les funciona o es lo que logran comer entre el corre corre (a mi también me pasa de vez en cuando) pero la realidad es que la gasolina que le ponemos a nuestro vehículo de vida importa y MUCHO, así que quiero hablarte sobre el tema y dejarte nociones básicas para que comiences a hacer cambios sencillos y poderosos.
Cuando hablo de productividad consciente, siempre recalco la idea de que somos seres integrales, por lo tanto, lo que pensamos, hacemos y sentimos está profundamente conectado.
En este contexto, la alimentación no solo se trata de nutrir nuestro cuerpo, sino también de cómo afecta nuestra mente y nuestra capacidad de ser productivos. Aquí entra en juego un concepto clave: la bioindividualidad. Esto significa que lo que funciona para ti puede no funcionar para otra persona, y conocer cómo ciertos alimentos afectan tu energía, enfoque y estado de ánimo es fundamental para trabajar desde tu mejor versión.
Partiendo de eso, decidí escribir este artículo para ti con claves teóricas y prácticas para que puedas conocer de forma fácil y rápida qué alimentos debes priorizar cuando se trata de ser más productiva y conseguir resultados para cerrar este último tramo del año en el que solemos cargar mucho más cansancio.
¿Qué pongo en mi plato?
¿Qué grupos de alimentos deberías de priorizar para tener energía limpia y de muy buena calidad para un día de éxito?
Carbohidratos complejos: Estos son el combustible principal de nuestro cuerpo. Alimentos como avena, camote, arroz integral o quinoa liberan energía de manera constante, ayudándote a mantenerte enfocada y con energía estable durante el día.
Grasas buenas: Son esenciales para el funcionamiento óptimo del cerebro y de los músculos. Aguacate, aceite de oliva, nueces, semillas y pescados como el salmón, aportan nutrientes que mejoran la concentración, la memoria y la claridad mental.
Proteínas: Las proteínas (huevos, pollo, pescado, tofu o legumbres, etc), son responsables de reparar tejidos y mantener estables los niveles de energía. Además, aportan saciedad para mantenernos a gusto durante varias horas y no recurrir a los snacks entre comidas. También apoyan la producción de neurotransmisores, como la dopamina, que está directamente ligada a la motivación.
Hidratación: Aunque no es un grupo alimenticio, es crucial mencionar el agua. Incluso una leve deshidratación puede reducir el rendimiento mental y físico en un 30%.
Por el contrario, los alimentos ultraprocesados y ricos en azúcares añadidos, aunque tentadores, afectan negativamente nuestra energía y concentración.
Estos productos suelen carecer de nutrientes esenciales y están vinculados a inflamación, fatiga mental y problemas de memoria. Además, pueden conducir a desequilibrios en los niveles de glucosa en sangre, llevando a estados de ansiedad, irritabilidad y un rendimiento inconsistente.
Ultraprocesados: Estos productos suelen tener un alto contenido de conservantes, sodio y grasas trans. Aunque generan una sensación inicial de satisfacción, causan inflamación y fatiga a largo plazo.
Azúcares: Consumir galletas, dulces o bebidas azucaradas provoca picos de energía seguidos por una caída abrupta, lo que dificulta mantener la atención y genera fatiga emocional.
Carbohidratos simples: Pan blanco, pastas refinadas y snacks como papas fritas aportan energía rápida pero inestable. Estos alimentos no proporcionan la fibra necesaria para una digestión sostenida y pueden afectar tu estado de ánimo.
Una idea de un plato “productivo”
Una alimentación productiva no tiene que ser complicada, al contrario… debe de ser simple, intuitiva y agradable. A continuación te pongo 2 ideas de menús para maximizar tu energía y claridad mental
Menú 1
- Desayuno (7:00 am): Tostadas integrales con aguacate, huevo pochado y espinaca fresca + Cafecito
- Snack de media mañana (10:30 am): Una manzana con un puñado de almendras.
- Almuerzo (1:00 pm): Filete de pollo a la plancha con quinoa y ensalada de hojas verdes, aderezada con aceite de oliva y limón.
- Snack de la tarde (4:00 pm): Zanahorias baby con hummus.
- Cena (7:00 pm): Pescado al horno con puré de camote y espárragos salteados.
Menú 2
- Desayuno (7:00 am): bowl de yogurt griego natural sin azúcar con una scoop de proteína en polvo, granola, mantequilla de almendra, fresas, blueberries y frambuesas + Te matcha con leche de almendra
- Snack de media mañana (10:30 am): porción de almendras, nueces, semillas de girasol y calabaza.
- Almuerzo (1:00 pm): Tazón de buda: arroz integral, tofu a la parrilla, verduras al vapor (brócoli, zanahoria) y aguacate en rodajas.
- Snack de la tarde (4:00 pm): gajos de mandarina y chocolate negro sin azúcar
- Cena (7:00 pm): Omelette con claras de huevo, champiñones y espinaca, acompañado de una rebanada de pan integral.
¡Alimentarnos desde el amor!
Cuando alimentas tu cuerpo con intención, también estás alimentando tu mente y tus acciones. Hacer pequeños cambios en tu alimentación puede transformar tu productividad diaria, ayudándote a trabajar desde un estado de energía sostenida y claridad mental. Tómate un momento para reflexionar: ¿Cómo estás nutriendo tu cuerpo para sostener tus sueños?
Con cariño,
Karen Cosenza